Tu mundo en Stop.

Cuarentena, grande y espesa cuarentena.
Denso mito que nos mantiene inmunes,
con un almanaque gordo de pan y pedos de porotos.

Un afuera que la rompe. Zarpado. Hermoso.
La vida y la naturaleza se manifiestan
persistentes e independientes de un mito que nos
mantiene en cuatro paredes perfumadas en lavandina.

Anoche llovió.
Hoy el viento, el sol y unas nubes esporádicas,
cargados de potencia y ansiedad,
disputan quién dominará la tarde.

Vos observas todo esto con el cuerpo detrás de una ventana
y con tu alma todavía en la cama.
 Tu panza aprieta  el pupo contra el cinto
y los mates no refuerzan su amargor.

Con una rutina asumida,
 levantas tu cuerpo latoso y lo pones presententable,
te sacas el pijama y te pones zapas, sólo para sentir
aquella trepada a una cima no olvidada.
Hace años peleas tu carta de presentación.
Sin saber qué hacer para Ser (suena a redundancias)
decidiste un Enero de 2020 "Hacer todo,
Todo lo que tenga acción en tu alcance"
- Haciendo, haciendo cualquier cosa
que se haga, se llega a SER- entendió de un árbol.

Todavía en la ventana
observas el mundo vivo.
Y mientras la vida y la naturaleza siguen
cada segundo más persistentes e independientes (me gusta como suena)
intentas levantar tu alma de la cama,
pero ésta rezongona Y
se cubre bajo un poncho y dos almohadones.

Suspirás. Fuerte, desde adentro, intentando sacar algo
que no sabés ni siquiera si es que está.
Cruje el mate seco y bailarín dejándote
metálico el paladar,
y tomando acción concluye tu existencia
entre escobas, hornear más y más pan,
doblar la ropa y abombar un poco de plantas en litros de agua.

Cuarentena y un ser que sigue sin ser
y no sabe que mas hacer.

La vicky -  mates en el parque.




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