Sobre patios y hornos calientes

Instructivo 1 para comer empanada tucumana: Se agarra una empanada bien caliente encamisada en servilleta de papel. Se acomoda el comensal en una silla de metal, bajo un árbol al lao del horno y barro. Con las pierna' sapará como abertura y sapo, pone el cuerpo en inclinación hacia'lante y con una leve torcedura en el cogote prepara la geta pal ataque. De costao se muerde sin miedo, el corazón ya tiene coraje pal picante. Ante este sádico acto, la empanada empieza a chorria, como árbol que pierde salvia de un tajonazo, el jugo sabor cobrizo y densida' que marca círculos en el piso. En este momento, el bestial comensal, toma un limón, apunta sobre la empanada en dirección al vecino del frente. Estruje con ganas, un chorrito cae sobre esta masa rellena de poder mientras que otras gotas sabotean el ojo del contrincante vecino, inhabilitandolo por un tiempo a tomar otra empanada. Más gotas manchan el piso. Un sorbo de vino tinto aguao' con hielo habilitan el pecho pal segundo entrante. Se muerde otra vez, pero esta vez, el disfrute del ácido y la gloria aumentan su sabor y continúan en ritmo la seguidilla de empanadas. Un perro lame marcas en el suelo de cemento con coditos de masa como premio.

Otra copita'e vino permite el espacio pa' iniciar el próximo ritual: el asao'.  Ete aqui una cuetion, cuando teni que come la empanada en un barcito vio?

ah, La mágia de comer en mesa: el agregao de la criolla, chimichurri compuesto con un poco de cebolla cruda, con tomate y pimiento, embebidos en su jugoso estado de 1 día de reposo en heladera, permiten a cada bocado con una sutil cucharada realsar su sabor. El plato ésta vez queda lleno de bocaditos de carnecita, huevo y chimichurri de clásica criolla, que luego con sus manos más enchastradas, deberá aprovechar.

No olvide el trago y vino pa poder remontar con el asao'.



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